Resumen de nuestra escapada a Sevilla

El pasado fin de semana estuvimos en Sevilla viendo la nueva casa de unos amigos, un plan que habíamos ido retrasando hasta cuadrar las agendas y que el tiempo pudiera acompañarnos. Y bueno, vaya si nos acompañó, 25 grados a la sombra fueras por donde fueras, una temperatura más propia de una primavera ya avanzada que de marzo.


Tras encontrarnos con nuestros amigos, mi ahijado y su hermano y la consiguiente puesta al día, la jornada comenzó con la visita de una zona de tiendas de cerámicas sevillanas en Triana para comprar algunas cosillas para la casa de estos chicos, y pese a ser sólo media mañana os garantizamos que sobraba la cazadora. La tienda de cerámicas Santa Ana una maravilla, para volverse loco.

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Una vez hechas las compras nos fuimos a tomar algo cerca del río y desde allí a ver su casa nueva. Al terminar con la visita, nos fuimos de tapas y qué mejor zona que el centro ¿verdad? Zonas repletas de bares, tascas, tabernas... Cruzcampo de grifo a espuertas, que curiosamente está más buena que en Madrid, y tapas variadísimas y que ya os advertimos que, al contrario que en otras provincias del sur, hay que pagar. Pero claro, por este motivo la calidad es mucho mayor, sin llegar a costar lo que una ración supondría en Madrid.

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Los bares en los que estuvimos fueron varios, no recordamos algunos nombres, todos a reventar, de hecho alguno muy conocido tuvimos que sacrificarlo porque era literalmente imposible poner un pie dentro o fuera, como ocurrió con el Eslava.

Aquí el sitio en el que tapeamos más cantidad de cosas, aunque como veis, lo tuvimos que hacer en la calle y apoyando los platos en un improvisado taburete, nos referimos a la mítica taberna Casa Ricardo (C/Hernán Cortes, 2).

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Las croquetas de jamón excepcionales, de las mejores que hemos probado por ahí jamás, os las recomendamos a ciegas. El resto de platos muy agradables aunque pedimos cosas bastante sencillas solomillo al whisky, solomillo mozárabe, queso de cabra estilo mozárabe, flamenquines de la casa (nos los trincharon). Lo peor el atún a la plancha y una pena que no les quedaran carrilleras.

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Este queso de cabra gratinado con miel y canela, demasiado goloso para nuestro gusto, aunque sin duda el primer bocado es fantástico.

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Para acabar nos llevaron a uno de los locales que están dando mucho de qué hablar en Sevilla, nos referimos a La Azotea (C/Jesús del Gran poder, 36). Un local tipo gastrobar regentado por una pareja (Jeanine Merrill, californiana y Juan Antonio Gómez, sevillano) y que nos pareció la mejor opción para culminar la mañana. Ahora bien, al no reservar, tuvimos que comer de pie en una barra lateral porque de nuevo nos encontramos otro local a reventar, y eso que eran ya casi las 16:30 y estaban a punto de cerrar cocina.

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Entramos directos por el chuletón asturiano trinchado, algo que aunque uno empiece a estar lleno siempre apetece y que aquí lo sirven madurado 30-40 días en cámara. Vaya como se nota la carne, infiltrada, tierna, con un sabor y jugosidad excepcional. Ponen además una guarnición de patatas gajo bastante agradables.

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Para acompañar la carne también pedimos media ración de queso viejo de la casa, creemos recordar que era zamorano, pero no es seguro. Excepcional acompañado de las frambuesas y la compota de naranja.

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Ya inmersos en los postres, pedimos para compartir un coulant, del que no tenemos fotos, una crema de naranja con granizado de gintonic y helado de hierbabuena, excelentes contrastes.

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Y par rematar la tarta de chocolate a las cuatro texturas, con un sabor a gianduja excelente.

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Aunque no pedimos más cosas por tener ya el depósito lleno, os vamos a recomendar este pequeño local por lo interesante de la carta, por su género sin duda excelente, por su interesante carta de vinos (también por copas) y, por último, por su ubicación. Estamos seguros de su éxito sin ningún tipo de dudas.

Al salir fuimos a la zona de la Alameda a tomar unas copas y a recibir a más amigos, y cuando anocheció hicimos hueco para ir a tapear algo más, elegimos el local de un conocido de uno de nuestros amigos el cuál estaba muy cerca, y se trata de El Pimiento (C/Niño Perdido, 1).

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Nos recomendaron pedir el duo de ensaladillas del local, una con gambas y otra con melva, gran descubrimiento el de la melva en esta preparación, nos ha encantado.

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Luego nos trajeron el pollo barnizado, al parecer uno de los platos emblemáticos de esta barra. Un bocado sabrosísimo con el sabor final de la miel de caña. Las piezas eran contramuslos.

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Por último las hamburguesitas de la casa, totalmente caseras, de pollo empanado, con aguacate y cebolla frita. Quisimos probar su salmorejo, pero no hubo consenso y entre muchos era efectivamente un lío.

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No pudimos pedir nada más porque ya íbamos sobrados, así que de aquí nos fuimos para casa, al día siguiente recogeríamos a los peques pronto y había que madrugar.

A la mañana siguiente nos dimos una vuelta por el parque del Alamillo, parece increíble que haya un pulmón urbano tan impresionante y tan cerca de la ciudad. Y menudo ambiente de gente había, no es de extrañar, al sol podríamos rozar los 28º.

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El aroma de azahar ya se respiraba por toda la ciudad, y eso que algunos árboles todavía estaban repletos de naranjas...

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Tras pasear con los niños casi toda la mañana, fuimos a comer algo rápido al barrio de nuestros amigos y tras una celebración de cumpleaños familiar, nos vinimos para Madrid. Sin duda otro fin de semana en Sevilla para recordar, qué buena temperatura en esta época del año, qué gran cultura del tapeo y de la cervecita. Aunque nuestras edades ya no dan para dilatar en más tiempo un día como el del sábado, creemos que el intensivo que nos pegamos de comer y beber, es para medalla de honor ¿o no? :)

Salud.

12 comentarios:

  1. Me encanta tu blog,pero si ya hablas de Sevilla,,,más todavía! Soy de aquí, muchas gracias por esta entrada y por estas fotos tan bonitas. Me alegro mucho de que disfrutarais de nuestra ciudad. Un saludo!

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  2. Muy buen post Carlos, bajo mucho a Sevilla es como mi segunda casa me encanta pasear por sus calle y disfrutar de su gastronomia.
    Casa Ricardo un clasico impresionante sitio para los que somos de fuera.
    Te hago una recomendacion dulce Carlos para cuando bajes otra vez "Tartas de autor"

    http://www.tripadvisor.es/ShowUserReviews-g187443-d5112401-r182000644-Suitcake-Seville_Province_of_Seville_Andalucia.html

    Me gustaría que entraras en el local y vieras el buen gusto de la decoración y probaras la tarta de zanahoria del mundo IMPRESIONANTE!!!

    Un saludo

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  3. Aprovechastéis muy bien los días. La verdad es que es una maravilla tapear por Sevilla, las fotos lo dicen todo.
    Un abrazo

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  4. Como me gusta Sevilla, y como me gustan vuestros reportajes. Muchas gracias por compartirlos.
    un abrazo
    Rosa

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  5. Sabes que vuestros reportajes me sirven de guía luego? Gracias.
    Muas!

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  6. Sevilla no defrauda nunca...la ciudad es muy activa y muy abierta y ese picoteo...
    Bueno el chuletón no es de picoteo, es de saltarse las lágrimas!!

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  7. He sufrido mucho con vuestras fotos y comentarios por las redes sociales, y sabía que sufriría con el post! Desde luego, sabéis aprovechar bien los viajes :). Mis padres van a Sevilla un par de días la semana que viene, les voy a pasar el link de tu crónica :).

    Un abrazo

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  8. Pero chiquilloooooooooooo, cuándo se comieron todo eso???? jajajajajajajajajaja Madre del amor hermoso... Yo estaba echando a rodar sólo de verlo! Ahora... qué pintaza todo!
    Besitosssssssss

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  9. Sevilla tiene un color especial....Llevo dos años sin ir, y no conozco los sitios que has nombrado, pero la cultura del tapeo es lo mejor que tenemos por el sur. Y tienes razón, aquí no pagamos las tapas, pero si nos ponen una que no nos gustan nos tenemos que aguantar. En Sevilla el tapeo es de muy buena calidad, y aunque haya que pagarlo, merece la pena. He estado más de un sábado por el centro de Sevilla y es difícil encontrar sitio para comer, todo "petado", pero bueno, aunque sea encima de un taburete se come. Todo tiene una pinta fenomenal. Espero que repitáis mucho por Sevilla y que a vuestros amigos les vaya muy bien en su nueva casa.
    Besos.

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  10. Nosotros estuvimos hace unos años. Era noviembre y también estuvimos en chaqueta paseando y callejeando pero fíjate, disfrutamos un montón de las tapas y "pescaito frito" pero eso de no pòder tomarte la cerveza tranquilla, sin dar un empujón a la persona que tienes al lado para llegar a la barra.....eso no me gustó.Supongo que es porque no estoy acostumbrada.
    Otra cosa, os damos toda la razón, la Cruz campo en Sevilla, sabe mejor.
    Un abrazo,
    María José.

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  11. Tremendo y que alegria ver los bares llenos ¡¡

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  12. Todos los años hago una visita a Sevilla es una ciudad que enamora y sus tapitas y sus cervecitas son mi perdición.
    Por cierto la cabecera de mi blog es cerámica de allí.
    Saludos

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