Bruselas, el comienzo de un gran viaje

Por fin llegó el día. La tarde del 27 de Noviembre no podíamos pensar en otra cosa que no fuera que teníamos por delante casi 10 días de vacaciones. Yo creo sinceramente que este sentimiento es casi lo mejor de las vacaciones porque una vez metidos en faena volvimos a comprobar que los días han pasado volando y que al final apenas nos hemos enterado. Luego por supuesto, no dejábamos de pensar a dónde nos dirigíamos, algo que ya os contamos que deseábamos desde hacía bastante tiempo y por fin se iba a cumplir.


Pues la cosa empezaba bien porque el Viernes previo a la salida en avión, nuestros amigos y compañeros de viaje Gabriel y Verónica nos obsequiaron como estos últimos años con los famosos dulces de navidad de Casa Pasteles directos desde el Albaicín en Granada. Este año y como anécdota, les salieron gratis por una especie de sorteo diario que consiste en que cuando vas a pagar si suena un villancico te regalan la compra. Así que os podéis imaginar qué alegría les dio cuando empezó a sonar el villancico a todo volumen en la tienda y al momento les dijo la dependienta que apuntaran su nombre y apellidos en una hoja porque la compra le había salido gratis. De verdad que estas cosas hacen mucha ilusión.

Pues empezamos. Amanecimos a las 5:00 am del Sábado en Madrid para coger el vuelo hacia Bruselas a las 7:20, una hora terrible que además estuvo acompañaba de una espesa niebla hacia el aeropuerto que más que animar los espíritus, lo que hacía era hacernos creer que seguíamos durmiendo. Pero a lo que vamos, el vuelo lo teníamos en no más de dos horas y teníamos que darnos prisa en llevar a cabo correctamente todos los pasos previos antes de subir al avión. Había nervios, porque ya nos habíamos hinchado a leer por la red que las colas en las low-cost eran de órdago, y además teníamos que desayunarnos una serie de sandwiches de Rodilla que compramos el día anterior y que no nos pudimos comer (que todos los problemas fueran éste).

Otra cosa que también influyó para no ir como la seda es que como era la primera vez que volábamos con una low-cost, que en este caso fue la compañía irlandesa Ryanair, la semana previa al viaje nos obsesionamos un poco con el peso de los equipajes, y la verdad, no hicimos mal porque allí pudimos presenciar como a una chica no le dejaron subir la maleta por pesar más de lo permitido y se fue llorando hacia no sé dónde. Algo por otro lado que nos parece injusto ya que esta compañía ha estipulado que las maletas no pueden pesar más de 15 kilos y sin flexibilidad alguna. Si te pasas del peso cada kilo extra te lo cobran una barbaridad, creo recordar que eran 20€ y de verdad que nos parece una pasada. En otras compañías como Easyjet esto no ocurre, y lo vivimos nosotros mismos a la vuelta desde Amsterdam.

Y aquí no acaba todo, si el check-in por prisas lo haces en el aeropuerto y no desde un PC en casa (por impresora), te cobran la desproporcionada cantidad de 40€. Desde luego que esto no nos pasó, pero de verdad creemos que es algo completamente exagerado y de verdad que este tipo de cosas genera más estrés que comodidades. A todo esto, nosotros en estas compañías, y al contrario de lo que dice mucha gente, os recomendamos que se pague la tasa del priority boarding.

Otra cosa ya fue el vuelo en sí. Con un hombre medio show-man medio azafato llamado Raimundo a los mandos de la cabina y del micro, el trayecto digamos que fue más que entretenido. Además, en cuanto al vuelo no tuvimos ningún retraso y ninguna pega en la atención. Pero a lo que íbamos, las anécdotas del vuelo fueron varias, no os vamos aburrir con ellas pero eran sobre todo los chascarrillos que decía este hombre por megafonía, por ejemplo, que los regalos de la revista de souvenirs eran ideales para las amantes o la suegra, hasta la venta en el avión de lotería con fines benéficos o también cómo ofrecía de forma muy chisposa los catálogos con fotos de las azafatas de Ryanair etc. También, nos quedamos sorprendidos como al aterrizar, de los altavoces del avión sonó una música de trompetas que recordaba a un '¡Vd. lo ha conseguido!' y todos los del avión nos pusimos a aplaudir. Entretenimiento no faltó, eso desde luego. Lo único malo es que al salir, la primera en la frente, en Charleroi diluviaba.

Después de recoger la maleta recogimos un coche para toda nuestra estancia en Bélgica (3 días), y como el dependiente no sabía inglés, nos costó entendernos un poquillo. Allí comprobamos que era un Ford Mondeo nuevo con un gran maletero, y empezamos a pensar que la suerte nos empezaba a sonreír hasta que zas, la desilusión llegó en seguida. Al arrancar el coche y al querer programar el GPS que nos había prestado un familiar en España con los mapas de europa, estos no figuraban por ningún lado. Ni nos habíamos molestado en comprobarlo en Madrid, así que con previsiones de lluvia diarias, en un país desconocido y con la noche invernal que enseguida se te echa encima, sin GPS en toda nuestra estancia.

La primera parada tras 53 kilómetros fue Bruselas, dónde pudimos contemplar esta vez sin lluvia la famosísima figura del Manneken pis, algo que creemos que la gente adora de forma desproporcionada para lo que luego en realidad es. Esperábamos que fuera más interesante de lo veis, pero no. Y además, curiosamente fue el único punto turístico dónde vimos un poco de revuelo por hacerse una foto en todo nuestro viaje. Algo increíble. Se nos pasó ver a la niña.


Desde este punto nos adentramos en la preciosa plaza central o Grand-Place, y en la innumerables calles de los alrededores llenas de tiendas de moda, chocolaterías y tiendas de dulces. De esta visita sacamos en conclusión que Bruselas tiene un paseo magnífico, y que existe una oferta muy interesante de sitios donde disfrutar de la ciudad, de la comida y de la moda. Y como ya teníamos hambrecilla, nos hicimos fuertes y pasamos por la clásica calle estrecha y preciosa llena de restaurantes enfocados al turismo dónde los camareros o maîtres te dan la monserga para entrar (mirar esta foto). Fuimos fuertes y no barajamos esta opción como comida porque entre otras cosas ya nos sabemos la historia y además, queríamos hacer poco tiempo de sobremesa. Así que después de pasear durante una hora, y con la extraña sensación de estaba anocheciendo a las 13:00, empezamos nuestro almuerzo comiendo fast food belga en puestos que estaban situados en el centro más comercial de la ciudad dentro de un marco navideño muy bonito. Además, caminando por allí vimos sitios muy pintorescos, como esta carnicería con puesto exterior de salchichas, algo sugerente pero que no podíamos comprar.


También zonas con tiendas bien surtidas de caramelos, chocolates y galletas. Una locura.


Al final, estaba cantado, caímos seducidos por la temática salchichera y pedimos en un puesto un magnífico HotDog callejero que os podemos asegurar que fue el mejor que nos hemos comido en bastantes años. Al menos en cuanto a la calidad de la salchicha y ternura del pan se refiere. Era lo primero que comíamos en tierra belga, y nos encantó.


No quisimos probar el vino caliente especiado que servían en algunos puestos (parecido al Glühwein alemán) el cuál perfumaba toda la zona. Olía estupendamente pero decidimos tomarlo en otra ocasión, al final, esa ocasión no la hubo y nos arrepentimos por ello. Probamos eso sí otras cosas como unos caracoles de mar en caldo de un puesto callejero con cierta solera, los cuáles nos parecieron interesantes al gusto pero en mi caso no para repetir. Como se nos olvidó preguntar si el caldo se bebía, al final lo tiramos, pero seguro que se bebe. A nuestro amigo Gabriel le encantaron.


Pedimos también dos cucuruchos con los clásicos fritten fritos en un genuino frietkot, los cuáles acompañamos con dos salsas, una de ellas se llamaba Andulasien y para mí estaba mejor que la otra, de curry. Luego probamos un clásico kebab (en estos países había a patadas), unos improvisados frijoles con carne de un puesto diferente, y un par de hotdog con salchichas blancas las cuáles nos gustaron algo menos que la del primer perrito.


De postre sin duda tiramos por lo fácil, un clásico gofre.


Luego, y como final, probamos un atractivo cucurucho de fresas con chocolate (cornet fraise) de las famosas tiendas Godiva.


Junto con un decepcionante hot chocolate (chocolixir) que servían muy caliente. Se trataba eso sí de un simple chocolate con leche bebido y su sabor no tenía nada que envidiar al extraordinario sabor del cacao Valor en polvo, o del Nestlé selección. De verdad que están infinitamente mejor los bombones.


De paso echamos por primera vez el ojo a las franquicias chocolateras más famosas de los Países Bajos aparte de las tiendas Godiva, la tienda de bombones Neuhaus, y los famosos chocolates de Leonidas Kestekides, estos últimos son los grandes recomendados por locales y foráneos como la mejor relación calidad precio (y era verdad).


Una vez probamos todos estos dulces cogimos el coche y fuimos a ojear por fuera (no encontramos ni aparcamiento) el Parlamento Europeo sin saber en principio muy bien cómo llegar. Luego marchamos al impresionante Atonium, y en este trayecto hubo momentos de verdadera incertidumbre porque no había ninguna señal que indicara nada. Curiosamente la suerte parece que volvió a sonreirnos y llegamos al sitio del tirón. Desde el Atonium y gracias al audioguide veíamos Bruselas y entendíamos los edificios de su horizonte. Al salir no entramos en el parque mini europa porque ya era casi de noche, y era una atracción que no nos seducía. Aunque el tiempo nos había dado tregua durante prácticamente todo el día, el cielo parecía no aguantar más, así que con ganas de llegar al hotel y descansar, partimos hacia Gante. Además, con la incertidumbre de no saber lo que nos costaría encontrar el hotel, decidimos hacerlo cuanto antes.

Y efectivamente anochecía a la misma hora que España, pero entre los cielos cargados y los ritmos belgas, parecía por momentos que oscurecía a las 16:00. Al hotel llegamos de noche cerrada, y tardamos en encontrarlo, sobre todo porque había muchas calles en obras pero mereció la pena la espera. El hotel nos gustó mucho y su enclave lo mejor. La amplitud de las habitaciones nos gustó también y por supuesto la chica de la recepción se portó muy amablemente. Descansamos un poco y fuimos a tomar unas cervezas a una terraza muy bien acondicionada con estufa exterior en una calle próxima al hotel, y al lado del canal. Parecía que estábamos en medio de un cuento. Aquello era precioso, las casas, el canal, la tranquilidad. Además no llovía, aunque no duró mucho.


Las cervezas o pils costaban baratas, 2,20€ cada una, así que decidimos tomarnos unas cuantas antes de ir a cenar mientras nos poníamos al día con las planificaciones y horarios.


Cenamos en un restaurante cerca del hotel el cuál nos encantó. Se llamaba Poesjkine y era una brasserie.


Era de cocina belga-italiana. Empezamos a darnos cuenta que las cartas no se entendían apenas porque no había traducciones a idiomas más conocidos, y aunque los camareros te recomiendan las cosas en inglés, ha sido un handicap tremendo a la hora de elegir bien. De milagro que no dijimos que sí a un Waterzooi met kitp, una sopa con muchas viandas y algo de carne que no nos hubiera apetecido. Pero nos decían que estaba deliciosa. En verdad queríamos algo ligero como una pasta o una ensalada (salade), y como la chica nos dijo que en este tiempo no servían ensaladas (algo que no entendemos), al final nos decantamos por la idea de comer pasta, y de verdad que hicimos muy bien.

Después de otra pils acompañada de unos típicos wasabi snacks, Verónica pidió una extraordinaria lasaña verde. Una jugosa mezcla de verduras, pasta, quesos fundentes y bechamel que nunca olvidaremos. El gratinado era perfecto, y tenía mucho sabor, algo que no esperábamos en absoluto.


Luego Lola pidió unos macaroni met hesp en kaas (con jamon york y queso). Un bocado cremoso y también excelente. La pasta algo sobrecocida, pero con mucho sabor a crema y queso fundido.


Gabriel y yo pedimos dos pastas carbonara con algo de crema, y eso sí, con un bacon realmente excepcional. Un sabor a tocino ahumado que me encandiló y que nada tiene que ver con el bacon 'de batalla' que estamos acostumbrados a comer. Quizás fuera uno de los carbonara (o similar) que mejor haya pedido fuera de casa. Todo el plato era redondo.


Todos los platos nos encantaron desde el primer bocado, y la chica que nos atendió estupendamente nos puso de beber como segunda consumición una cerveza belga realmente extraordinaria y que se vende también aquí en España. Se trata de la cerveza tostada Duvel. Una cerveza con carácter (8,5º) que tiene un sabor riquísimo. La compraremos, eso seguro. Ahora en España, nos hemos informado al respecto y qué caray, nos hubiera gustado probar el distilled limited edition de Duvel, un licor de cerveza (40%) numerado (2750 botellas) y envejecido en botella (3 años) que sólo se podrá adquirir en las tiendas Duvel a partir del 14 de Diciembre. Lo llevamos claro.


Los postres fueron también poco rebuscados, a la chica sólo le entendimos los postres con las palabras 'ice' y uno que curiosamente nos mecionó como parecido a la 'crema catalana'. La crema se llamaba algo así como crème brûlée, de un sabor parecido a nuestro postre pero algo más suave.


Aquí los dos helados, uno con el añadido del famoso licor advokaat, un licor típico de Bélgica a base de huevo.


Y otro normal de vainilla y chocolate.


Todo fenomenal de precio (26€ por barba) con algún café.

Al salir nos fuimos directamente al hotel. Eran sólo las 22:15, pero como empezó a llover, no se hacía gustoso un último paseo, además, estabamos algo cansados. Al día siguiente nos esperaba un día dedicado exclusivamente a Gante, y no queríamos gastar demasiadas energías. Este primer día será un día que recordaremos siempre.

Continua aquí.

22 comentarios:

  1. que buena pinta tiene todo !!!
    así da gusto comenzar el día ..., ya estoy deseando leer la siguiente entrega.

    salu2.
    PD: buen reportaje.

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  2. Me alegro de que esteis de vuelta así ya nos contais como ha ido todo.
    Por lo que veo el primer dia empezó un poco "torcido" pero por la noche la cosa estaba ya muy pero que muy bien.
    Un dia productivo.
    Me ha hecho gracia: no sirven ensaladas pero si helados?

    Un beso

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  3. Auxi: pronto... pronto...

    Dolors: Tienes razón Dolors, pues no caímos en ese detalle y era para habérselo dicho jejeje. Es que manda narices, en el restaurante de al lado nos tomamos una ensalada la noche siguiente, y no comentaron semejante estupidez. ¿Sabías que las ensaladas sólo se las toman con salsas?, si queríamos algo parecido al aceite y vinagre, sólo había sobres de una salsa balsámica muy dulce. Te hablo en lineas generales, habrá de todo pero es curioso.

    Un saludo.

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  4. Magnifico post. Ojala lo hubieras hecho cuando mi mujer estuvo allí en el 99 o así. Recuerdo una ciudad triste, tipo Oviedo o Gijón de antes. Y por supuesto no recuerdo tan buena comida. Solo recuerdo los gofres y que nos quedamos encerrados en el metro....pero esa es otra historia.....

    Un abrazo.

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  5. que bien!! estaré por Bélgica durante unos dias con las ganas que tengo!!! Lo explicas tan bien que es como estar ó como comerse ese perrito callejero!!!
    Estupendo para vosotros ahora recordar con estos magnificos post y para nosotros no digamos
    Un abrazo

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  6. Carlos Noceda: ¿Te refieres a Bruselas?, pues bueno, muy alegre no era no jejeje, pero vamos estando de vacaciones ya sabes.

    Carmen Rico: Pues a ver si os animáis porque venimos encantados.

    Un saludo a los dos.

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  7. Hola Carlos,
    un post maravilloso, lo he leído muy rápido pero a la hora de la comida me lo volveré a leer con detenimiento y a deleitarme con las fotos.
    Comparto todo lo que dices sobre Ryan Air, nosotros fuimos a Londres en agosto y no creo que volvamos a volar con ellos, el precio no compensa todos los inconvenientes que tienes que pasar. Nosotros llevábamos el check-in hecho y a la ida no hubo problema, incluso dejaron que las mujeres subiéramos con bolso de mano. A la vuelta en cambio casi nos cargamos las maletas repartiendo el contenido de mi bolso porque no nos dejaban subirlo, o mejor dicho, podíamos haberlo hecho por el módico precio de 25 libras. Y eso que habíamos limitado las compras a objetos muy pequeños. La travesía muy entretenida como tú dices, a nosotros también nos tocó un showman, no recuerdo su nombre pero por lo que cuentas podía ser el mismo. Vendía tarjetas de teléfono, rasca y gana, cigarrillos de pega para los ansiosos, y por supuesto el catálogo de duty free.
    Vaya rollo que te he soltado!
    Espero que tengáis feliz semana, será muy corta y además más agradable con tantos buenos recuerdos aún en la retina.
    Un abrazo para los dos.

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  8. Por cierto: olvidaba darte las gracias por el último comentario que dejaste en mi blog. Me has dejado anonadada, yo siempre que termino de hacer una tarta no sé qué encuentro más chapucero, si la tarta en sí o las fotos, pero tú siempre me das unos ánimos increíbles, en serio muchas gracias. Un abrazo grande.

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  9. he disfrutado como si hubiera estado yo pispaaaaaa
    por favor más

    me encanta el detalle de todo porque seguiré vuestros pasos algún dia

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  10. Hola,
    mi mujer y yo estuvimos este verano en Bélgica: Bruselas, Brujas, Gante, Lovaina...

    y lo que comentáis del avión lo miré con lupa antes de irnos. Lo de las tasas por el equipaje, por la facturación electrónica...

    Al final decidimos rascarnos algo más el bolsillo y volamos con "Brussels Airlines", nos salió casi igual de precio pero sin agobios. Eso sí, volamos desde Málaga, no sé desde donde lo hagáis vosotros (¿Madrid?) cómo será.

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  11. Lilo y ojovirtual: la verdad es que no miramos esa compañía, todo el mundo con los low-cost y decidimos probar. Lo del detalle del equipaje lo vimos una vez habíamos reservado. Lo hicimos desde Madrid.

    Su: si hubiéramos montado un stand con tus polvorones y turrones nos hubiéramos forrado. No te puedes imaginar como se llevan los puestos de comida para llevar.

    Un saludo a toods.

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  12. Bruselas es en mi opinión una de las ciudades mas aburridas del mundo, con un clima en estas fechas de lo más tristón. Quisiera puntualizar que Ryanair es una low cost irlandesa, que no inglesa todo hay que decirlo, y que efectivamente es la vanguardia de la cutrería. Hace poco estaban estudiando cobrar por ir al baño en cabina.
    No me sorprende que te haya encantado la Duvel. Pero es que Bélgica es el país con más marcas de cerveza del mundo así que es natural. Uno de las recetas favoritas por esas tierras, fast food que se ha exportado con éxito, son los mejillones, que cocinan de muchas maneras y sirven con patatas fritas, como no! Finalmente el Advocaat es un licor mas bien mediocre, invento de los holandeses en las Antillas, una curiosidad nada más.

    Cuchillero

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  13. Conozco bastante bien Bélgica y me parece un país precioso y muy interesante. Sobre todo me encantan Brujas, Gante y Amberes...las chocolaterías, por otro lado, son auténticos museos...eran mi mayor tentación!!! Me gusta hasta el clima belga, frío y húmedo, que de calores ya voy bien servida!!! ja ja

    Saludos. Susi.

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  14. Cuchillero: no sabía yo que Bruselas tenía esa fama jejeje. Bueno, al menos un paseo tiene o por lo menos si lo das en la primera ciudad de una visita por todo Bélgica.

    Sobre los mejillones o mussels, bueno, los vimos por muchos sitios. A Verónica (nuestra amiga) no le gustan, y esto fue determinante. Vimos además y de forma textual que 18 mejillones + salsa por 22€, y no nos sedujo mucho aunque tenemos que reconocer que siempre los tuvimos en mente. Lo que vamos hacer es hacerlos aquí.

    He corregido lo de Ryanair. Gracias de nuevo Cuchillero.

    Susita: desde luego, del frío no nos quejamos en absoluto porque era algo tan novedoso ;). Eso sí, hasta llegar a Volendam, que varca rasca que gastan en esta especie de isla. Bruselas fue un sitio de paso, eso hay que reconocerlo. Gracias por escribirnos.

    Saludos a los dos.

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  15. Que bien que estén de vuelta y que el viaje, en esta primera parte, con sus altos y bajos lo han disfutado. No conozco Belgica, es uno de los paises que pienso viajar en un futuro y con los consejos turisticos de ustedes ahora se me hará mas facil. Excelente narrativa. Estaremos pendiente por la continuación del viaje.
    Polo

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  16. Jolín, que raciones más generosas, hambre no pasaríais, no. Me han encantado los cucuruchos de fresas. Tal y como lo cuentas, parece que haya estado yo y todo :o)

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  17. Carlos, he disfrutado mucho con tu entada de hoy.Estoy deseando leer la de Gante y quiero suponer que tambien habrá "un Brujas". Estuvimos allí hace unos años y tú nos lo vas a recordar, seguro.
    Un abrazo,
    María José

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  18. Vaya viajecito mas chulo, y la comida tiene una pinta de escándalo, lo anotare en mis próximos viajes, ya que me ha encantado todo tu relato, besos, pepa.

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  19. Carlos, qué envidia!!!!!!!
    Me gusta mucho viajar y Europa es mi debilidad. Por afinidad con mis amigos, me encanta Belgica y disfruté de cada rincón.
    Me he enganchado a tu relato, ya estoy deseando que llegue el siguiente....y veo que no soy la única que como en los viajes...jejejj
    En Nerja tuvimos durante una época una tienda de Leonidas...qué vicio!!!! el chocolate belga es sin duda el mejor del mundo mundial!!!!
    También tengo que decirte que el primer día que estuve en Bruselas, sin mis amigos belgas, caí en la trampa de los restaurantes de la Rue des Bouchers, la famosa callecita de los restaurantes. Junto con otra comida que hice en el Mont Saint Michel en otro viaje, son mis dos grandes sensaciones de timo total en un restaurante.
    Y veo que la lluvia no es impedimento en un viaje, no es cómoda, pero te adaptas. (Te lo dice una de Bilbao.....)
    Mañana más...???
    Bienvenidos, se os echaba de menos.
    Un saludo entre tos y tos...Begoña

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  20. Me encanta lo detalladamente que lo explicas todo, yo no tengo esa paciencia.
    Seguro que habeis disfrutado un montón del viaje, a mi cada vez me gusta más viajar en invierno, y en vísperas de Navidad me encanta!
    Ryanair tiene sus pros y sus contras, para los que vivimos lejos de Madrid y tenemos un aeropuerto como Alicante cerca es una buena oportunidad para volar a ciudades distintas sin necesidad de escalas y a veces a un precio estupendo, a nosotros nos salió el viaje a Munich para 2 personas ida y vuelta y con una maleta por 50 euros en total, a ese precio estoy dispuesta a soportar alguna incomodidad. Respecto a lo del peso, al volver nos pesaron incluso el equipaje de mano y casi se nos hace tarde intentando reducir un poco el peso...la empleada alemana no estaba dispuesta a dejarnos pasar ni un gramo de más.
    Bueno, no me enrollo más, quedo a la espera del próximo capítulo.
    Un beso.

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  21. ¡Qué fotazas Carlos! Me han entrado unas ganas locas de coger un avión y ver aquello en persona. Unas recomendaciones estupendas.

    Besos.

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  22. Bueno, bueno... qué alegría recordar todo!! Especialmente hoy que he vuelto al curro y no han dejado de venirme una y otra vez nuestras mejores escenas...Cervezas, patatas fritas, perritos, chocolate..!! A quién no le apetece esto?? Y qué higiene en los puestecillos ambulantes..hasta darte más de un par de servilletas de papel les parece abusar! ENHORABUENA CARLICHI!!! Seguiré la historia para recrearla mejor!

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**** A T E N C I O N     S I    D E J A S    U N    C O M E N T A R I O ****

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