Esta receta, tan típica ya en toda Europa, puede convertirse en un segundo o primer plato exquisito, o en la perfecta guarnición para una carne o por qué no, un pescado. La cuestión, es que su elaboración es simple y fácil, aunque para las personas que sufren de tener valores altos de colesterol, deberían de tomarlo sólo como guarnición, porque la nata ya sabéis que posee valores muy altos de grasa de origen animal.
Os recomiendo eso sí, que compréis la mejor nata que podáis encontrar, y para recomendaros una, os recomiendo alguna nata de buen pasto, francesa, del norte de España, o dónde veáis que exista una gran calidad, el plato lo agradecerá
Bueno, leo por aquí y es gracioso, que en algunos sitios de Europa la tortilla de patatas se le llame Potato Gratin Dauphinois, porque sí, porque efectivamente este plato es un preparado de patatas con una grasa que en nuestro caso es el aceite de oliva y la yema de huevo, pero que para ellos no deja de ser un cuajado casero de patatas, pero bueno, nosotros lo hacemos frito, ellos al horno.
En fin, el aspecto final de este gratén debe de ser dorado y a capas, como si fuera una tarta de manzana, y a la hora de prepararlo es muy importante que la nata llegue a todos los rincones del plato (luego os lo explico), para que así el plato esté sabroso por todos sus rincones.
Yo os recomiendo que si la ponéis de plato único, lo hagáis en raciones individuales y en recipientes no muy hondos (como si de espinacas con bechamel se tratara), así lucirá más y os quedará más presentable.
Salud.
GRATIN DAUPHINOIS
INGREDIENTES
Patatas
Nata líquida
Ajo
Una nuez de mantequilla
Sal
Pimienta Negra
Nuez de moscada
PREPARACION
Poner a calentar el horno a unos 200°C. Untar la fuente con ajo y luego con la mantequilla. Pelar las patatas y cortarlas en rodajas medianas sin lavar. Poner las rodajas de patata en capas sucesivas. A cada nivel, se les ha de salar, echar nuez moscada, pimienta y cubrir con un poco de nata.
Repetir esta operación tantas veces como necesario hasta acabar las patatas o al ver que la nata está a medio rebosar, es decir, que puede saltar con la ebullición y ponernos el horno perdido. Cubrir con la nata todo perfectamente.
Meter en el horno caliente unos 45 minutos (calentando arriba y abajo) o hasta que las patatas estén hechas (pinchad). Al final un poco de grill si se desea.
Carlos Dube
Carlos eres la bomba tío, hoy he hecho estas patatas para acompañar la carne de una barbacoa, y estaba riquisimas. Todavia no he hecho ninguka de las recetas tuyas, que me hayan fallado.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu blog